Tras la primera reunión con su cliente en la prisión militar de Fort Leavenworth, Kansas, EL representante legal del sargento de 38 años calificó el encuentro de "muy emocional", y dijo que las autoridades militares podrían encausar a su cliente este jueves.
Bales permanece confinado en una cárcel de seguridad media, como sospechoso de un ataque a disparos en dos villas al sur de Afganistán el pasado 11 de marzo, que dejó nueve niños y varias mujeres muertos.
Browne, quien ha defendido a otros acusados de homicidio múltiple, indicó que la guerra en Afganistán es la que está sujeta a juicio.
"No sé por qué estamos en Afganistán", remarcó Browne, y se preguntó quién quisiera ser "la madre o el padre del último soldado muerto en Afganistán".
Negó reportes de que su cliente tuviera problemas matrimoniales y con el alcohol, que combinados con su cuarta asignación a un frente de guerra, hayan influido su conducta.
Apuntó que si bien hay militares que son enviados a las zonas de combate hasta siete veces, "la cuestión es si el último envío fue demasiado para alguien con una herida contusa del cerebro", remarcó.
"Lo que ocurre en Afganistán lo lees, yo lo leo, pero es totalmente diferente cuando lo escuchas de alguien que estuvo allá", dijo.
Browne prevé una entrevista con su cliente lunes y martes para preparar su estrategia de defensa.
La víspera, indicó que podría argumentar que Bales padece de "desorden por estrés postraumático".
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